El tema de esta escultura es el nacimiento de Eva. En la mitología judeocristiana, el texto original que está en hebreo, las diferentes traducciones condujeron a varias interpretaciones. El más clásico es decir que Eva nació de la costa de Adán, pero personalmente prefiero a la que dice que Adán y Eva nacieron codo a codo, como siameses, y han sido separados más tarde. Me gusta esta traducción, porque podría explicar que nosotros todos estemos en busca de la mitad perdida.
En esta escultura, Eva es representada de manera mucho más acabada que Adán. Le es representado bajo la forma de una materia metamórfica, de dónde se escapan raíces que aprietan a Eva en una relación de fusión.
En la historia del arte, Eva siempre es mostrada con un ombligo, mientras que teóricamente no deba tener ello. Cuando modelé esta escultura, yo le hice un vientre sin ombligo, pero justo tanto desarreglando yo me resolví poner a uno.
Inventé a esta ocasión estos zócalos desmesurados con relación a los personajes, para darme el espacio que bastaba para introducir nociones que me parecían imprescindible, en este caso, la maternidad, la tentación, el mundo de la sombra.
Hice para Eva, grabado un poema en la espalda del pedestal :
" En eterno torrente
Fuentes mixtas
Dónde ruedan perdidos los dados del azar
Naciste,
Eva en las mil caras
Tan lejos como en Él misma "